4.5.13

Otoño

Ayer volví a soñar con mi experro. Lloré en el sueño. Ayer encendí una estufa, vi una película de zombis, pensé en todo lo verdaderamente pendiente, pensé en la necesidad de hacer un viaje a Venus. En irme a vivir a Venus, pensé. También en comenzar a escribir -mientras otros textos inconclusos aguardan- unos ejercicios más bien inocuos sobre falsos cristos, que me creo en condiciones anímicas de hacer, para luego colgarlos en este blog, el solitario destino de la producción de un fantasma. Un fantasma que vive rodeado de gente, pero que por fantasma está solo, cada vez más solo y muerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario