Beodocia

Vieja espantosa, de teñidos cabellos, a ti comenzaremos a deberte el combate final contra la progresía y el chetaje malcogido.
A ti, reina de la usura, y solo a ti, renegada resentida, pues solo a tu través ha sido posible identificar, con mansa claridad, la mierda izquierdista y el oportunismo masónico y liberal,
solo por ti,
¡oh, amputada mental!,
es posible que hoy los soldados de Cristo
reinicien su combate contra la estulticia,
solo por ti, soberana de seres de raros peinados cortados a veces con máquina militar,
oh germen luciferino de lo sembrado por milicos y terroristas,
solo por tí, decía, es posible esta borrachera y esta rabia
que logrará determinar,
¡por la gloria de Dios!,
que mayormente todo es bajo, sexo, fatuo, iluminismo,
y que frente a eso solo nos queda regresar con vigor
a los Santos Estados Ponticios
y a la actitud heroica de quienes, aun no creyendo en la Divina Providencia,
eligieron el camino del arte
con la actitud de un campesino.
Cuando tú te inmoles frente a multitudes,
quedarán desnudos de uno y otro lado
todos aquellos que se debaten por un paradigma caduco que
injustamente acabó
con la dulce María Antonieta.