Este no es Jorge Asís, por supuesto. Sino uno que una vez se le atrevió, y así le fue. |
Todo ese grupo que se disputa ese poder ilusorio, con algún viajecito, alguna cosita, dirigir algún suplemento, siempre hablando bien del otro… Bueno, todo eso es una paja que deja afuera al lector. Es un triángulo que pasa por las editoriales, los suplementos culturales y la universidad, y que alejó al lector de la literatura argentina. Todos tipos que se elogian entre ellos… nadie vende un libro, y el que vende es mirado con sospecha. Esto es desde siempre. Tipos que querían quedar como malditos desde la tapa de Clarín. En realidad, me cuesta respetarlos. Puede haber gente macanuda entre ellos, todo lo que vos quieras, pero me parece que hicieron de la literatura un Plan Óvalo, un circuito cerrado. Y yo, cuando pienso la literatura, pienso también en términos de mercado. Hombre de grisvendió quince mil, dieciocho mil… ponele que venda veinte mil ejemplares, pero es un libro que tiene que vender doscientos cincuenta mil. Te enseño ahí cómo es el mundo de la política. A mí no me parece infamante ganar dinero con la literatura ni ganar dinero con nada. En el capitalismo ganar dinero es una obligación, si no, dejate de joder. En esto sos mandíbula o bocado, no tenés muchas alternativas. Yo, en lo posible, si puedo, prefiero ser mandíbula. No me interesa ese poder ilusorio.
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