Stereo AM/FM con pasacasete

Tengo la ¿gracia? de andar en una vieja máquina coreana que tiene original su radio con pasacasete. Hacía tiempo que no desempolvaba los viejos casetes que tenía, que tengo. Descubrí que perdí muchísimos. De los que rescaté, muchos son casetes desvirgados por un amigo más de quince años atrás, con música, por ejemplo, del Flaco Spinetta. También encontré uno original de Arcadia, una agrupación que formaron algunos Duran Duran hacia mediados de los 80. Y otro de Marillion que se escucha realmente muy mal.
Estuve andando en mi vieja máquina coreana bastante estos últimos días. Cuestiones personales. Gastando chorradas de dinero en nafta. Es parte de un proceso. Antes de meter los casetes en el pasacasete coreano de mi vieja máquina coreana me había estado dando con música de la llamada "new wave". Es parte de un proceso todo esto, donde quiero volver a ser jovencísimo y conducir por las calles y las autopistas despreocupado o bien torturándome con alguna canción triste.
Extraño esa época donde ibas y te comprabas un casete sin saber bien todos los temas. Esa época donde escribías "cassette". En la mayoría de los casos eran casetes que ni sonaban en las radios. Extraño esa ceremonia adolescente de llegar a casa y meter el casete, esperar unos segundos y comenzar a escuchar. Había casetes que te venían con la letra mal escrita de las canciones. Y uno entonces iba leyendo, aprendiéndose de memoria las canciones. Que al principio sonaban extrañas, a veces parecidas entre sí. Que, luego, comenzaban a diferenciarse y a integrarse a la banda de sonido de mi vida.
Todo eso se acabó como se acabaron antes los vinilos. Y es una pena. Sobrevaloro los avances de la Medicina. Lo que se ha logrado con la Medicina en los últimos cien años es fantástico. Lo hablaba con mi viejo hace unos días. Su madre murió porque todavía no había antibióticos. Él era chico. Pero no puedo decir lo mismo de la industrialización digital de la cultura. No digo que antes fuera mejor, que hubiese músicos mejores. Digo solo que antes existía esa ceremonia de comprarte un casete por curiosidad o consejo de un amigo, de buscarlo por toda la ciudad y de luego sentarte a escucharlo y decir "esto es una bosta" o "qué bueno está". En cambio ahora, con una conexión medianamente decente de Infernet, como dice un escritor dominicano, más que suficiente. Googleás, encontrás lo que googleaste, y listo, adiós esa magia. Toda esa magia.
Uno puede decir en contra de todo lo anterior que el acceso a información "musical" o de lo que fuere es mucho más amplio. Que podés rastrear y hallar cosas muy buenas. No digo que no. Hace algunos años me pasó con Grandaddy. No sé cómo llegué a él, pero di con él y me encantó. Pero son excepciones, a menos que uno tenga el tiempo necesario y suficiente de armar, ajeno al marketing y las publicaciones cipayas de rock, una discoteca tolerable. Porque todo es tan amplio que se atomiza, que termina por desaparecer. Como la literatura.
No me gustan los escenarios fuera de control. La vida ya es bien descontrolada como para soportar esta generación de metadescontroles que se autodestruyen en minutos.
Este siglo cada vez es menos para mí.