Helmut Newton - Autoritratto con la moglie e due modelle |
Hace un año y medio que se separaron. Él no cumple con los horarios, pretende visitar a los chicos a las nueve de la noche, cuando ya están cenados y a punto de irse a dormir. Ella no entiende que él no pueda organizarse. Le remarca que es el padre de tres hijos, que se tiene que hacer responsable, que debe cumplir con los horarios, ¿que vos qué te pensás, que los chicos se pueden quedar despiertos hasta las once, como es que sucede cuando van a tu casa?
Entre los retos de ella se mechan pequeños silencios. El exmarido es monosilábico. Tal vez le importe todo un pito. Tal vez esté demasiado deprimido como para responderle que no es él, sino su tristeza, la que le impide organizarse. O quizá nada de todo de ello suceda y el tipo prefiera salvar su nueva vida solitaria con mujeres pagas e impagas, o con silencio, abstinencia y oración. Vaya a saberse. También podría ser un mero cretino.
Algunas veces la mujer abandona momentáneamente la comunicación porque uno de los chicos la llama. Histérica, le dice al hijo que la reclama que espere, que se calle la boca, que está hablando con el padre.
Y yo, mientras tanto, termino mi cigarrillo y el corazón me lo reparto entre una y otra rodilla.
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