8.8.12

Una síntesis de la destrucción


Angustiado por la lluvia y todavía más por lo que la televisión me devolvía (un hombre asistiendo, por dinero, al desnudo de su mujer, al manoseo mutuo entre el bailarín y aquella), me vino esto de abajo, que no es del todo preciso, en tanto determina y acota a una equis cantidad de años una situación dada que no podría fijarle un inicio ni tampoco un final, como al mal y como al bien no se los puede pensar en términos temporales. No obstante, esto es lo que hace de Michel Houellebecq un autor distinto. (La negrita es mía).
"Durante estos mismos años, la opción hedonista-libidinal de origen norteamericano recibió un poderoso apoyo de los órganos de prensa de inspiración libertaria (el primer número de Actuel apareció en octubre de 1970, y el de Charlie-Hebdo en noviembre). Si bien estas revistas se situaban, en principio, en una perspectiva política de contestación del capitalismo, estaban esencialmente de acuerdo con la industria del entretenimiento: destrucción de los valores morales judeocristianos, apología de la juventud y de la libertad individual". (Las partículas elementales. M. Houellebecq).

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