29.3.10

Ur et Za


Úrsula y Zamudio siguen midiéndose. Aquí, una nueva entrega de esta dramática historia, que poco más abajo de su inicio, dice: Pidió muchas disculpas y antes detalló palmo a palmo la tarde y el principio de la noche, pollitos, pollitos, y de las órdenes del doctor Z en el garaje del edificio, de eso también habló; que el doctor Z le había dado esas órdenes, que al doctor Z le había caído una lágrima, que haría lo imposible por terminar cuanto antes, “pero no te enojes, no te enojes”.
¡Cuánta tristeza, sí! Si quiere más, lea el resto en este lugar.

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