La imagen corresponde al detalle de un peto de ánimas en Pontevedra, Galicia.
Habría hoy que rezar por los que ya están muertos. Porque tal vez andan por el Purgatorio, en ese estado intermedio entre el Cielo y el Infierno. Que no fue un delirio de Dante. Que yo alguna vez vi a los 13 o 14 años, cuando, medio dormido, abrí un ojo.
Soy un negligente. Quiero dejar de serlo.
...mira allí el muro que le cerca en derredor, y mira la entrada en aquel sitio donde parece abrirse una especie de brecha. (...) Bien ves, lector, cómo elevo el objeto de mis cantos; no te admire, pues, que procure sostenerlo cada vez con más arte. Nos aproximamos hasta llegar al sitio que antes me había parecido ser una rotura, semejante a la brecha que divide un muro; y vi una puerta a la cual se subía por tres gradas de diferentes colores, y un portero que aún no había proferido ninguna palabra. Tenía en la mano una espada desnuda, que reflejaba sus brillantes rayos hacia nosotros de tal modo, que en vano intenté fijar en ella mis miradas. (del Canto IX del Purgatorio)
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