15.9.09
Los planes para los próximos meses
A menos que los anuncios de google —que, en un ataque de optimismo incorporé— me den resultados increíbles y hasta milagrosos, los planes para los próximos meses vuelven a ser los mismos de otras muchísimas veces: el recorte progresivo de gastos, el bajón, la cuenta de los días que pasan. Cuando eso suceda, espero que algún golpe de suerte como en veces anteriores me dispare hacia playas más serenas. De lo contrario, ya sabemos. El problema igual no está en mi nivel de flotación, en si me hundo o no. Esto realmente interesa muy poco, a mí mismo siempre me interesó muy poco. El problema está y es porque soy el chofer de un 1114 con severas dificultades de frenado por falta de mantenimiento. El problema existe porque no hay otro dios que no sea el dinero. No hay nada que reemplace a ese dios. Ni el amor, ni la amistad, ni los libros ni nada. Sólo la enfermedad y la muerte pueden contra él. Y a veces la fe verdadera de los hombres que son buenos. Pero hace tiempo que ni bueno soy. Que me callo y permanezco en una tibieza repelente. Hace tiempo que tengo demasiadas ganas de romperle la cara a una decena de sujetos. Y eso no es bueno. Eso no hace bien. Esto está mal. Así que alégrense mis enemigos. Festejen e insúltenme. Aquí tienen mi culo para empujarle lo que quieran. Prometo putear bajo, para que nadie luego se me queje.
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