26.5.09

SF

Quise retomar algunos cuentos de J.J. Saer pero me faltó tiempo y no voy a dar aquí las explicaciones.

La Setúbal estaba demasiado baja. Había bruma encima de la Setúbal, una bruma rosada la tarde del sábado. Sólo esa vez la vi, iba manejando pero la vi. Después me olvidé que ahí estaba.

No sé por qué dicen que Santa Fe es chata. Para mí no es una ciudad chata.

Ayer a la mañana un tipo me mostró la credencial. Que era policía, que quería un bono contribución. Se ofendió cuando le dije que no tenía dinero, que no era el dueño de casa, que estaba de viaje, que pasara otro día, que tenía problemas. Puso cara de culo y yo le dije haciendomé el gallito no pongás esa cara, te hablo en serio. El tipo volteó la cabeza para mirarme. Hijo de puta, si habrás secuestrado gente, pensé yo. Y el tipo, que era cana, otra vez: lo que yo hago con mi cara es problema mío. Y yo: Bueno, pero a mí creeme. Policía santafesino del orto.

Está llena de gente mala el mundo. Pero también hay gente buena. Y autos que también se portan bien cuando uno menos se lo piensa. A mi mierda coreana que este año cumplió 10 y que seguramente deba venderla porque el dinero se va y el trabajo se pierde, se desaparece, a mi mierda coreana, ya en el garaje donde duerme todas las noches, a ella, pobrecita, que tanto la puteo, hoy, después de bajarme y de meterle llave, le acaricié la trompa y le dije gracias. Se llama hyundai y tuvo muchos hombres.

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