6.11.18

Una novelita decimonónica se busca

Esta semana le vence el plazo a la editora para enviarme 10 ejemplares de la novela decimonónica para la que me contrató y que me generó problemas propios del siglo XIX. Hasta el momento no tengo noticias del libro, nadie dice nada y aunque hasta hace meses está registrado su ISBN, con salida en octubre de 2018 -así lo indica la Cámara del Libro-, la obra parece que la han sepultado los interesados siete metros bajo tierra, o lo suficiente para que tenga acceso a ello. Por sus casi 250 páginas me han llamado de distintos modos canalla. Por ella, la novela, me han dorado la píldora, se han hecho pis encima y muy de inmediato me han odiado. Creo que todas esas emociones son una exageración hija del delirio. Sólo quiero hacerme con los 10 ejemplares que por contrato me corresponden y verificar si al menos la edición fue decorosa. Sólo deseo que cumplan con lo que se acordó y firmó (ja, ya los veo, diciéndome que yo justo, gusano gemebundo, vengo a exigir cosas así). Y sí, lo exijo yo, de quien se dijeron las más alambicadas alabanzas y las peores infamias, y a quien hasta se lo amenazó con la difamación pública y la destrucción de su futuro laboral, algo demasiado sagrado para cualquier ser humano, más aún si ese ser humano es un poco peronista. Si saben del libro, si tienen una mínima noticia, avísenme. Si no, ya veremos cómo lidiar con el cretinismo.

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