4.7.13

En el parque de diversiones

Quisiera no darles este presente, pero sí, los hechos suceden. A veces la vida es como un parque de diversiones con juegos que no están bien mantenidos. De pronto estás en la rueda mágica y una polea se vence y todo se va al mismísimo demonio. Salís disparado cuando mayor vértigo tenías, que es lo peor, y caés en brazos de tu madre, que te persigue para que puedas tomar la sopa, cuando lo que menos querés es tomar la sopa, morder una galleta, alimentarte. "Por suerte estás vivo", te dicen luego. Pero vean detrás, vean cómo quedó esa rueda mágica. Vean cómo quedaron los otros cuerpos. ¿Era eso un parque de diversiones y esa una mágica rueda? O es que la vida es un parque de diversiones donde todo funciona perfecto y que el problema está en los guías del parque de diversiones, que son perversos, que te llevan de la navegación por los canales del amor al castillo de lo sórdido y triste sin darte avisos, sin prevenirte que tu corazón estará dos minutos latiendo muy fuerte y unos diez años aterrorizado en este castillo que también forma parte de este disney de cartón. Quisiera no darles este presente, este parque de diversiones. Quisiera que todo fuese realmente perfecto. Perfecto.

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